jueves, julio 21, 2011

CUENTOS GANADORES CONVOCATORIA MES DE JUNIO

CUENTOS NACIONALES E NTERNACIONALES

A continuación podrás leer nuestros Cuentos ganadores de la convocatoria que realizamos durante este mes de Junio, queremos agradecer al resto de participantes por su iniciativa al enviar sus propuestas. Nuestros puntos a seguir en esta convocatoria fueron los siguientes:

Frase Inicial: Y miraba complacido como se quemabaGénero: CUENTOTemática: Libre
Propuesto por: Ana María Gómez Vélez y Alfonso Huerta

CUENTO NACIONAL
LA PERSISTENCIA DE LAS PERSONAS
(POR: JUAN DIEGO CASTRILLÓN - CALI - COLOMBIA)

Y miraba complacido cómo se quemaba a fuego lento sobre una parrilla dispuesta por los centuriones. Si, complacido, confrontado, feliz, aunque el fuego complica siempre las cosas. Luego de quemarse el pelo, era inevitable la sensación de un calor “in crescendo” en la cara, aunque cuentan que lisiados, huérfanos, viudas, y ancianos, vieron el rostro del mártir rodeado de un esplendor hermosísimo.

Sobre la flama es un enredo seguro sostener la opinión del mundo y de las otras personas. Sin embargo él se mostraba invencible pues podía dar cuenta de la continuidad de su identidad.

Seguía siendo él mismo aunque pareciera otro mientras ardía su cuerpo, de modo que la determinación de la identidad personal seguía vigente desde una porción ardiente de instancias espacio temporales para referirse a las capacidades, a la conducta y a la memoria.

Era la misma persona a pesar de la fugacidad de su cuerpo. De ello daban cuenta los criterios de la memoria, el entendimiento y la voluntad.

En el ambiente intrigaba el aroma, pues nunca antes había ardido pero resultaba familiar aquel olor algo dulce y ahumado. También se develaba para los otros desde la intelección afectiva de su memoria, incluyendo la capacidad de recordar una buena cantidad de su pasado, siendo persona sin necesidad de apelar a todo el conjunto de porciones de materia que individualizamos como cuerpo humano cuando individualizamos personas.

En esta perspectiva, lo esencial de su identidad personal no era la continuidad corporal como tal sino, más bien, la continuidad de la vida y de sus funciones vitales, a partir de alguna porción de materia, algún huesillo calcinado a esconderse en algún altar, que desempeñaba el papel de ser el “núcleo individualizador”.

En la levedad de su espíritu inmortal sin una ideología donde reclinar la cabeza, apreció la fugacidad de su cuerpo desnudo, gozó el bamboleo anárquico de sus brazos y sus piernas, anterior al estallido de sus ojos.

"Ya estoy asado por un lado. Ahora que me vuelvan hacia el otro lado para quedar asado por completo”, dijo Lorenzo después de un rato de exponerse a las brasas.

Quedaban aún porciones volátiles y ceneréntolas para sostener desde ellas, de modo suficiente y nec

esario, el criterio de la memoria la identidad personal y el criterio satisfactorio de continuidad espacio temporal. Quedaba su identidad con humeante extensión real, no por apego metafísico a esencias nominales, sino por la naturaleza de sus porciones paradigmáticas científicamente determinables, trozos de carne ardiendo, cenizas, partículas de aromática levedad de su ser en el humo.

Su cuerpo se evanesció en una sumatoria de 7 millones de fracciones de segundo hasta quedar convertido en ceniza. Nadie había seguido su recomendación: “Denme vuelta y coman, que por este lado ya estoy cocinado”. [3] Desde muchísimo tiempo antes de su condición de sujeto, Lorenzo estaba dispuesto al canto del yo persistente.

[1] Variaciones sobre el martirio de San Lorenzo y sobre un texto de. SHOEMAKER, Sidney, “Wiggins y la identidad” y “La Persistencia de las Personas”, Cuadernos de crítica, No. 43, Universidad Nacional Autónoma de México, instituto de Investigaciones filosóficas. Versiones al español Maria Isabel Martínez y Enrique Villanueva.

[2] Licenciado en Filosofía de la Pontificia Universidad Antoniana de Roma. Especialista en Humanidades Contemporáneas, Magíster en Estudios Politicos y Magíster en Administración MBA. Profesor de la Facultad de Humanidades, Universidad Autónoma de Occidente de Cali. Juancastri77@hotmail.com

[3] “Assum est, inqüit, versa et manduca”



CUENTO INTERNACIONAL
LIBERACIÓN
(POR: PATRICIO SARMIENTO - ECUADOR)

Y miraba complacida cómo se quemaba en esa silla de muerte. Tras el grueso ventanal, observaba sintiendo una presión en el pecho, al hombre que se retorcía por el paso de la electricidad en su cuerpo. “Al fin” pensaba, y hasta parecía percibir el olor de la carne quemada. Ni siquiera sentía la presencia de gente a su alrededor, era como si estuviera sola.

Recordó aquella noche, cuando escapó de él y se encerró en su cuarto.Su madre no se encontraba en casa, pues se hacíael turno nocturno en el hospital del pueblo, donde trabajaba como enfermera. Trató de contarle antes que su “novio” la acosaba, pero no le creyó y hasta se enfureció con ella por decir tanta mentira.

Al inicio parecía buena persona, venía vestido de traje, le llevaba flores a su madre y chocolates a ella. Pero todo cambió cuando se mudo a casa. Su madre parecía como flotando, como tratando de sellar la partida de su padre. Era cierto, tenía derecho a rehacer su vida, trataba de superar cotidianamente la muerte de su esposo. Ese maldito accidente. Si su padre estuviera con ella.

El acoso era constante. Él la miraba de soslayo y sonreía maliciosamente, ella lo esquivaba, trataba de entender a su madre y no quería verla derrumbada como antes. No quería quitarle la felicidad.

Esa noche, se acercó con esa camiseta sudada y levantada, mostrando su ombligo mugroso y peludo en esa panza cerv

ecera. Miraba televisión en el sofá, y él se sentó muy cerca. Se puso nerviosa y trató de retirarse, pero él con la fuerza de un animal, logró agarrarla y atraerla hacia él, le tocó la espalda y los senos, mientras acercaba su aliento de cerdo a su cara, ella se resistía y gritó, pero no había nadie en casa, le propinó una mordida en el rostro que le hizo saltar sangre y lágrimas, logró salir de sus fauces y corrió despavorida escaleras arriba, cerró la puerta tras de ella, pasó el seguro y se sentó tras la puerta con el corazón reventándole en el pecho. Lloró.

Escuchó sus pasos, y le taladró su amenaza en las sienes ¡Si le dices a tu madre! ¡Te Mato! Mecánicamente retrocedió hasta tropezar con la cama, se sentía totalmente indefensa y no dejaba de temblar. Él, con la fuerza de un ciclón, pateó la puerta haciendo saltar el seguro, y se acercó lentamente con esa misma tétrica sonrisa. Se paró en la mitad de la habitación: “Venga mija si no le voy a hacer daño”. Notó que llevaba un cuchillo de cocina en la mano, pues le cegó el reflejo del acero. Ella agarró lo primero que estaba cerca, y cuando él se abalanzó le estampó el florero en la cabeza. Él cayó al piso, pero no sin antes propinarle una puñalada. Cuando se incorporó y la miró herida en el suelo, huyó como lo hacen los cobardes.

Fue muy rápido todo, no sentía dolor. Llevó sus manos hacia donde le quemaba, alzó la cabeza y las miró rojas, con un rojo violáceo y opaco a la luz de la luna, única testigo del ataque. Se apretó fuerte la herida, y tuvo la fuerza suficiente para arrastrarse y llegar al teléfono del pasillo, llamó a su madre y le contó lo ocurrido. La ambulancia llegó veinte minutos más tarde. La hallaron aun con vida.

Tres semanas después, la policía encontró al hombre y lo llevó a la justicia. Su madre puso la denuncia, y las pruebas lo hallaron culpable.

Ahora, recordaba todo lo que pasó con una claridad única, recordó su viaje en la ambulancia, la falta de aire, el f

río, aquella luz y cómo se observó a ella misma tendida en esa camilla con la herida mortal en un costado. Ahora podía partir, se sentía liberada, podía dar el paso, luego de advertirque su atacante fue castigado. En el instante justo, cuando él se miró aterrado a sí mismo, carbonizado en esa silla, asustado, como flotando y sin entender qué le había pasado. Ella se asió del brazo del que se encontraba a su lado. “Ahora podemos irnos papá”.

©Patricio Sarmiento Reinoso

Macas, 15 de Mayo de 2011

OPINIÓN Y ANÁLISIS DE CADA UNO DE LOS CUENTOS POR JORGE CABEZAS (JURADO COLOMBIANO)

CUENTOS NACIONALES
PRIMER LUGAR:
LA PERSISTENCIA DE LAS PERSONAS
(POR: JUAN DIEGO CASTRILLÓN - CALI - COLOMBIA)

OPINIÓN:
El primer lugar nacional pertenece a LA PERSISTENCIA DE LAS PERSONAS, de Juan Diego Castrillón. Una variación bien estructurada sobre el martirio de San Lorenzo, uno de los siete diáconos de Roma, condenado a la pira por difundir el culto cristiano en plena época imperial (se dice que, en parte, fue con el fin de equilibrar la deuda fiscal del imperio con lo expropiado a los sacerdotes y obispos).
En la línea de la literatura hagiográfica, Castrillón nos entrega un discurso muy bien documentado, sobre la base de conceptos puntuales que sin embargo el lector apropia desde una mirada de contexto. De igual manera, se hace presente un aire medieval y escolástico, es decir, la imagen de San Agustín y sus figuras duales acompañan hasta la última sentencia a Lorenzo.



SEGUNDO LUGAR:
EN EL VESUBIO
(POR: MARIA EUGENIA DE APARICIO - CALI - COLOMBIA)

OPINIÓN:
Una historia sin respiro, decadente hasta lo kafkiano y, por eso mismo, retadora. Pone al lecto contra la pared en un callejón sin salida, y para esto se vale de una narrativa del miedo. Y cuando todo parece, por fin, retornar a la normalidad, apela al más negro sentido del humor para burlarse del lector, afortunadamente, con un desenlace que más parece una bofetada.


MENCIÓN ESPECIAL:
LA MALLA OXIDADA
(POR: DAVID SÁNCHEZ - ARMENIA - COLOMBIA)


CUENTOS INTERNACIONALES

PRIMER LUGAR:
LIBERACIÓN (POR: PATRICIO SARMIENTO - ECUADOR)

OPINIÓN:
El primer lugar en la categoría de cuento internacional pertenece a LIBERACIÓN, de Patricio Sarmiento. El texto conjuga dosis de vértigo, de misterio y una ineluctable sentencia frente a dos sentimientos correlativos: culpa y venganza.
Bien llevado, medido, sin demasiadas arandelas ni pretensiones, da un golpe de gracia al lector quien seguramente identificará previsiones en el desenlace y desearía una sorpresa más elaborada, pero en síntesis el propósito planea sobre su propia construcción situándose en un lugar remarcable para hacerse merecedor de este reconocimiento.

El segundo puesto se declara desierto, por falta de participantes y por imposibilitar un juicio sin referentes ni comparaciones.

Felicitaciones a los participantes y agradecemos a todo enormemente su participación en esta convocatoria.

Un abrazo para todos.

ESCRITORES DE CALI


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